lunes, 14 de diciembre de 2009

¿Profesor o Maestro?


“Cuando terminen los pasos

del maestro, su alumno continuará

el camino”

César Iván Hernández Vega

* * *

“Necesitamos mejores profesores”. “Debemos mejorar la calidad de los profesores”. Éstas y muchas frases más hemos escuchado a lo largo del siglo XX y comienzos de este nuevo siglo. Sin embargo y con todos los esfuerzos que hacen las instituciones de gobierno en materia de educación, hemos sido testigos de la desmotivación por parte de los alumnos para seguir estudiando, aprendiendo y comprendiendo los conocimientos para mejorar este mundo. Claro está que con estas nuevas tecnologías como el Internet, las redes sociales, las telecomunicaciones que cada día están al alcance de la gran mayoría, los niños y las niñas se encuentran sumergidos en un mundo de distracciones que le apartan de su objetivo más primario: estudiar. Y estudiar no sólo es presentarse al salón de clases y repetir las mismas palabras que dice el profesor. Tampoco es repetir por largas horas la lección de matemáticas e historia de manera mecánica, automática o de manera monótona.

El estudiar debe ser algo exquisito, y en realidad lo es. El estudio es un privilegio del Ser Humano como la máxima expresión de su racionalidad, de su avance en la escala evolutiva en lo que a conocimiento se refiere. Sin embargo, debemos preguntarnos <¿Quién nace con el conocimiento?> Absolutamente nadie. Todos necesitamos de un guía para adquirir ese conocimiento, para comprender los fenómenos que a nuestro alrededor (e interior) ocurren. En pocas palabras, necesitamos Maestros.

Entonces ¿necesitamos “profesores” o necesitamos “maestros”? Todo parece que son sinónimos e incluso los tomamos como iguales. Pero ¿cuál es la diferencia entre un profesor y un maestro?

* * *

Retomemos un poco la historia. La palabra “profesor” se deriva de la palabra “profesar”, luego entonces antiguamente quienes profesaban eran los profetas. Los profetas eran personas que se dedicaban a ir de pueblo en pueblo a hablar de la Palabra de Dios (en cuanto a religiosidad se refiere). Sin embargo, existía una cualidad de los profetas. Éstos permanecían en un pueblo por un corto periodo de tiempo y sin más, se marchaban hacia otro poblado. Había dado la Palabra, pero no se detenía en instruir en grados más altos a sus oidores. Esta labor ha sido loable pues era un gran compromiso el alejarse de la familia y los amigos en la búsqueda por la difusión de la Palabra.

Ahora bien, la palabra “maestro” se deriva del latín “magíster”, la cual proviene del prefijo latino “magis” que significa “más”. Magíster era lo opuesto al “Minister” que provenía del prefijo latino “minus” que significa “menos”. Así, el maestro o magíster era el más apropiado para realizar una labor. Pero esto no queda aquí. En el ámbito de la construcción, eran los maestros de la misma quienes instruían poco a poco a sus alumnos o pupilos para que en un futuro fueran iguales o mejores que los maestros de ese tiempo. No es casualidad la frase “El alumno supera al maestro”.

* * *

En la educación, esto no ha cambiado del todo. Seguimos encontrando a profesores y maestros en cada escuela de nuestro planeta. Ningún país es ajeno a esto. Siguen habiendo profesores que llegan a una escuela, exponen el tema y cuando suena la campana, se dan la media vuelta y se retiran sin preocuparse por el avance de cada uno de sus alumnos.

También hay maestros. Maestros que se preocupan por el avance y crecimiento integral de sus alumnos. Maestros que no ven al alumno como una fuente de dinero, sino como un Ser Humano que tiene derecho a recibir una adecuada educación, pues a final de cuentas quien agradece la adecuada educación de un Ser Humano es el planeta entero.

Con todo esto, es necesario que cuando una persona toque a la puerta de nuestra escuela le preguntemos: ¿profesor o maestro?

viernes, 2 de octubre de 2009

No tengo palabras



Me gustas
Pero no tengo palabras.
Me encantas
Pero no tengo las agallas.

No tengo palabras,
No tengo agallas
Para decirte lo mucho que me gustas
Lo mucho que me encantas

Y es que sin razón me has dejado
Sin esencia he terminado
Me he convertido en un simple Hombre
Un Hombre sin rumbo designado

El viento de tu voz
La marea de tus caricias
Dejan ahora mi barca varada
En lo inútil de la marea en calma

Si supieras que me matan
estas ansias de tenerte a mi lado
Si supieras que me matan,
Si supieras que me muero si no estoy a tu lado

Pero no tengo palabras
No tengo las palabras
para expresártelo
para demostrártelo

No te diré jamás que te amo
No te diré que cada vez que
paso a tu lado
huelo el perfume que dejas a tu paso

No te diré jamás que te amo
Nunca lo escucharás
Porque no tengo palabras
Y de este mundo me he marchado

jueves, 29 de enero de 2009

Te conocí...


Fue un rápido mirar

Fue un lento respirar


Tus manos y las mías

Al fin se pudieron tocar

Hacía mil años que no te sentía

Hacía un siglo que no te veía

Hacía unos segundos que ya te extrañaría


Ven a vivir la vida en rosa

Tinta mis labios de rojo

Pinta mi alma de verde

Tiñe de azul este mundo incoloro


¿Serás un peligro para mi alma?

¿Serás en mi vida la calma?

¿Seré en tu vida un huracán?

¿Seremos aquellos que se amarán?

Te amo


Te amo mujer de los cuatro elementos

Quiero estar junto a ti

Te quiero compartir mis momentos


Quiero decirte tantas cosas

Y quiero callarlas

Pues prefiero oír tu respiración cuando me besas


Quiero decir que te amo

En el sublime silencio

En la quimera de mi libertad

Quiero hacerte el amor

Y jamás despertar


Quiero dormir contigo y juntos soñar

Pues es el único lugar

Donde el tiempo no puede entrar


Acariciar tu piel

Sentir tu respiración

Librar la batalla de tu inexpugnable corazón


Momentos


A veces siento que la soledad es mi amiga

A veces siento que la muerte es la vida

Ya no creo que el viento toque mi cara

Ya no creo en la utopía del mañana


Te has llevado mi sentir

Te has llevado mi calma

Ahora no puedo amar

Ya no tengo esperanza


Mis lágrimas son gotas de arena

Que se evaporan en el calor del hielo

El aire es el agua que ya no habita en mí

Mis palabras ya no lo son

Ya no tengo esperanza.

La última hoja ha caído

Hola estimados y estimadas lectores de este blog:

Hoy agrego aquí algunos poemas que he escrito. Espero que les gusten y espero sus comentarios.

Saludos especiales a Verónica Díaz y Marcia Domínguez.

Saludos...



Tus palabras cortaron de raíz mi amor por ti,

Tu mirada esquiva fue mi sentencia a morir.

La última hoja ha caído,

Y esta vez muero en ti.


Muero, amor mío, no por tu desprecio

Sino por tu olvido.

Muero, mujer amada, por tu frívola respuesta

Y tu triste llamada.

Muero en ti, muero en la soledad,

Muero en la mentira y en la verdad,

Muero en mí por creer que en el amor hay una posibilidad.


Soy ese árbol que ha sido derrumbado,

No por la fuerza del Hombre

Sino por la ausencia de tu nombre.

Ausencia de amar,

Mi ser está agotado,

Pero germinaré en otro lugar.