jueves, 20 de diciembre de 2007

Sabiduría de un árbol


Mi querido hermano. Sé que hay momentos en los que te encuentras confundido, triste, molesto. Sé que hay momentos en que te sientes solo. Sé que hay momentos en que te sientes feliz y eufórico. ¿Sabes? Yo te conozco perfectamente, pues fuimos creados el uno para el otro, pero te has vuelto tan egoísta y ciego que me has dejado de lado.

Quisiera decirte hoy algunas cosas que pueden ayudarte. Cuando tú me miras en un parque, en un bosque o en la acera de tu calle, no te preocupas por mí, no me ayudas si me encuentro en peligro, no me defiendes. Yo te sigo queriendo aún, mi querido hermano, y es por eso que te diré algunos consejos.

Quiero que aprendas a vivir como yo. Quiero que sepas lo hermoso que es ser un árbol. Quiero que te enamores de ti mismo. Quiero que descubras la belleza que hay en ti. Quiero que descubras la conexión entre tú y yo.

Sé como un árbol frondoso, que siempre ofrezca una buena sombra a su prójimo.
Sé un árbol fuerte de raíz. Si eres un árbol fuerte de raíz nada ni nadie podrá derribarte. Si tus ideales están bien cimentados en el amor, en la justicia y en la verdad, podrás resistir los vientos más huracanados y los golpes más fuertes.
Sé como el buen árbol, que permite que aniden los pájaros. Lo que te quiero decir es que seas una buena persona, que permita que los demás confíen en ti. Permite que la vida y el amor nazcan y crezcan junto a ti.
Sé como el buen árbol que madura con el tiempo. Aprende de las experiencias y corrige tus errores. Enamórate de tu edad y no te avergüences por ser muy joven o por ser demasiado viejo. Aprende a vivir tus años y madura con ellos.
Sé como el buen árbol que se deshace de las hojas muertas. Elimina de ti todos los malos recuerdos. Aleja de ti a las malas compañías. Deja que todas las hojas muertas que te rodean caigan al suelo y permite que las hojas nuevas retoñen.
Sé como el buen árbol; siempre ve hacia arriba. Siempre pon tu mirada en la altitud. Ten pensamientos mejores. Actúa con calidad. Habla con calidad.
Permite que tu persona dé frutos.

¿Puedes ver que entre tú y yo existe una conexión natural que inexorablemente nos une? ¿Puedes ver que no soy un estorbo, sino soy tu hermano? Quiero que sepas algo muy importante. Tú eres un árbol. Sí, lo eres. Cuando actúas con altruismo, estás dando vida. Yo doy vida a este planeta mediante el oxígeno y tú das vida a este planeta con tus actos buenos.

Ahora que sabes todo esto, déjame decirte que te amo. Te amo Ser Humano.

19 – Diciembre – 07
20:52 hrs.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Depresión, Ira y Náuseas


Depresión. Sensación que tuve hoy al mirar a mi pueblo. Sensación que experimenté cuando miré hacia la iglesia de San Martín y a la entrada una señora pidiendo limosna. Ver a la señora con varios días sin probar una sola pieza de pan. Ver sus labios resecos por la sed, por el extremo calor y por la falta de líquidos. ¿Depresión? ¿Acaso debería deprimirme por ver a una persona en esas condiciones? ¡Precisamente por eso! Porque es una persona. ¿Dónde quedó el sentido de respeto humano? ¿Acaso el dinero se ha colocado sobre ese ser que ha nacido para sufrir? ¿Dónde ha quedado el respeto humano? Fue deprimente para mí, no por ver la realidad, sino porque no hemos hecho nada para cambiar esa realidad. Me deprimo porque escupimos la libertad del ser humano. Me deprimo porque somos máquinas de trabajo y hemos dejado de ser personas libres y conscientes.

Ira. Sensación grave que experimenté cuando vi a un pequeño animalito chorreando sangre de su pata. Me miró a los ojos y me dijo mudamente “Qué lástima me dan”. ¡Que razón tenía! ¡Qué lástima me doy! ¡Qué lástima de raza humana! ¿Dónde están los aires de libertad mundial? ¿Acaso sólo nosotros podemos gozar de derechos? ¿Sólo nosotros podemos tener libertad y dignidad? Llámenme iracundo. Lo acepto. Lo soy. Siento ira al ver que mi pueblo no sabe amarse a sí mismo. Si no sabe amarse a sí mismo ¿amará a un animal?

Náuseas. Hedor humano. Pestilencia industrial. Olores fétidos de deshechos humanos. Desorden social. Alcoholismo. Abuso animal. Pueblo mío, estamos hundidos en la miseria moral y ética. Un hombre sin moral y sin ética, es hombre muerto. ¿No se dan cuenta de eso? ¡Nos quieren matar! No nos matarán con armas, sino que nos matarán en valores, en moral, en ética; y eso, mi gente, eso es muerte. ¿Adónde nos dirigimos sin valores? ¿Adónde nos dirigimos sin moral? ¿Adónde nos dirigimos sin ética? ¿Saben una cosa? No tenemos rumbo porque ni si quiera existimos. Nos llamamos egocéntricamente Seres Humanos. ¡No nos engañemos! El verdadero Ser Humano aún no ha nacido. El verdadero Ser Humano es aquél que no ambiciona; que no miente; que no mata; que no hiere; que no se mofa del prójimo. El verdadero Ser Humano no cobra la comida. El verdadero Ser Humano lucha por erradicar la ignorancia. El verdadero Ser Humano ama a su prójimo. El verdadero Ser Humano rechaza toda práctica esclavizante. El verdadero ser humano no ataca por placer a un animal. A eso le llamo náusea. Náusea al ver que no existimos. No existimos no porque no se nos permita, sino porque no queremos existir.

Es momento, mi gente, de nacer. Atrevámonos a nacer. Atrevámonos a existir. Enfrentemos esta sucia
realidad y vivamos en armonía social. Unidad y Respeto. Unidad entre los hombres y la naturaleza. Respeto entre los hombres y la naturaleza. Si nos atrevemos a existir, la Unidad y el Respeto lo harán.
-
19 - Diciembre - 07
1:09 hrs.
-

sábado, 15 de diciembre de 2007

Baile


La habitación se obscureció, parecían las tinieblas de aquel terrible infierno. Todo el mundo estaba temerosamente en silencio. Luces de colores aparecieron frente a mí y fue entonces cuando comprendí que me encontraba en el paraíso terrenal. Puedo recordar tus movimientos, silentes, libres, volátiles y únicos. Yo no quería que continuaras danzando, pues con cada movimiento tuyo causaba un fuerte temblor en mi alma; conforme respirabas, robabas mi aire; conforme saltabas, la gravedad caía sobre mí; mientras te movías, el inexorable tiempo me hacia envejecer.
Eras, pues, aquella palpitación de mi corazón y si te detienes de bailar, moriré entonces. Hermosa dama, no permitas que nadie te detenga, baila, ríe, respira, vuela, grita, porque si dejas de hacer eso, mi corazón dejará de latir.
-
César Iván Hernández Vega
- Fecha no recordada -

Viento, querido confidente


Viento, querido confidente
Llévate estas palabras de amor muy lejos,
Lleva este "Te amo" hacia donde ella,
para que no pueda ver mi amor,
sino para que lo sienta.
-
César Iván Hernández Vega
- Fecha no recordada -

Amigo extraterrestre



Hola mi querido amigo extraterrestre:


Ya he leído tu carta que me enviaste. ¡Qué envidia siento hacia ti! ¿Sabes una cosa? Hay veces en las que maldigo el momento en que nací en este planeta tierra. ¿Quieres saber por qué? Pues es muy sencilla la respuesta, pero te la voy a decir.¿Sabes? Tal vez no te he contado, pero aquí, en el Planeta tierra sólo tenemos una luna, ¿aburrido no crees? ¡Y para colmo de males, sólo podemos ver un lado de ella! En cambio tú, caray, ¡Nueve lunas circulan tu planeta!
Otra cosa que no me gusta a mí es que por las noches muy difícilmente podemos ver las estrellas. Si tenemos buena suerte, podemos ver unos pequeños puntitos brillantes a millones y millones de kilómetros. En cambio, en tu planeta pueden ver de cerca a 4 planetas de tu galaxia, tan cerca que provoca ligeras anomalías en tu planeta. ¿Cómo es la vida tan injusta y me hizo nacer en este planeta tan aburrido? Nosotros solamente somos una raza inteligente, la raza humana. En tu planeta hay cinco civilizaciones: los Kirutmnes, los Gernith, los Freid y tu raza, los Dwiun. ¡Por si fuera poco, todos viven en perfecta armonía!
¿Sabes? A pesar de que nosotros somos una misma raza, la humana, vivimos en conflictos diarios. Te mencionaré que nos dividimos en cuatro colores, los negros, los blancos, los morenos y los amarillos. La "raza" negra ha sido toda la vida discriminada desde el principio de los tiempos y ellos tienen su origen en un lugar llamado África. La "raza" blanca, en cambio, ha sido el opresor del resto de las "razas". La gran mayoría de la moda es para blancos, los grandes personajes son blancos -con excepción de algunos- y los primeros hombres en pisar la luna son de raza blanca. ¿Sabes qué es lo más irónico? ¡Nuestro mesías es de color blanco! La "raza" blanca tuvo su origen en un lugar llamado Europa. La "raza" morena -que es a la que pertenezco- somos vistos como una "raza" impura, pues como te conté en cartas pasadas, nuestros antepasados americanos se mezclaron con antepasados blancos, lo que dio origen al "mestizaje" y pues muchos somos mestizos. Nosotros los mestizos vivimos en el Sur de América y en algunas partes de Medio Oriente. Por último, la "raza" amarilla es la raza que se ubica en un lugar llamado Asia Oriental y ésta raza fue hace mucho tiempo una raza explotada y esclavizada, como los de la "raza negra". Generalmente los chinos era un grupo social de la "raza" amarilla que fueron esclavizados.


Ustedes tienen aproximadamente 5 eclipses solares al año, en cambio, nosotros tenemos si acaso un eclipse solar cada 5 años... ¡Envidio aun más tu planeta! ¡Caray! Y pensar que ustedes no cuentan con tanta belleza natural como la tenemos en el Planeta Tierra, pues recuerda que me has comentado que ustedes nos envidian porque nosotros tenemos millones y millones de árboles, miles de hectáreas de pasto verde, millones de litros de agua salada, infinidad de especies marinas, terrestres y aéreas. Pero, despreocúpate, mi amigo extraterrestre. Poco a poco la raza humana va devastando todo a su paso y muy pronto estaremos en las mismas condiciones ¿no es genial?


Amigo, me marcho pues tengo que esconderme. Vienen soldados del Ejército Unido*. Hasta pronto...


* El Ejército Unido es la unión de varios "países" -así le llamamos nosotros a la división de miles de hectáreas de tierra- Esos países son Estados unidos de América del Norte, Inglaterra, Francia y Alemania. Después te hablaré de ellos. Dice la gente que nos quieren exterminar al resto de las razas (negros, amarillos y mestizos). Yo creo que son mentiras. La Raza Humana no puede ser tan bárbara.


21-Enero-2090

César Iván Hernández Vega
15-Diciembre-07
20:10 hrs.

Utzwer Schïntrel (Primer Escrito)


Hola:
Pues aquí estoy de nuevo escribiendo mis ideas. A continuación clasificaré ciertos escritos míos en "Schïntrelen" o "Escritos". Estos escritos no tienen título ni finalidad, es decir, tan sólo son ideas que vienen a mi mente y que he decidido plasmarlas para que ustedes las conozcan, comenten y puedan dejar alguna huella en ustedes. Saludos...


"El amor no es lo que parece ser, sino lo que es realmente. Nosotros no somos lo que parecemos ser, sino lo que somos. Entonces diré que somos amor. Entonces, si somos amor ¿por qué aparentamos ser lo que no somos? ¿Seríamos entonces odio, en lugar de amor? Puedo concluir que somos lo que somos cuando hablamos con la verdad y aparentamos ser lo que no somos cuando hablamos con la mentira. Es sencillo esto ¿no es así? Pero ¿por qué mentimos? ¿Acaso somos felices aparentando lo que no somos? Tristemente, si respondemos afirmativamente esta pregunta, diré que no somos seres humanos, pues estamos negando nuestra esencia. Ahora entiendo, si somos felices aparentando lo que no somos, entonces somos producto de fantasías e ilusiones, somos producto de la mentira. ¿No es triste saber esto? ¡Que no nos cause tristeza! Pues bien sabemos convivir con ella, ¿o acaso me dirán que la tristeza es producto de la verdad? Si entristeces por saber la verdad, quiere decir que no has educado tu alma para asimilar la realidad y prefieres vivir en un mundo de mentira y tristeza."


César Iván Herndández Vega
- Fecha no recordada -

Sentimientos de la nación


Hola:
Aquí pongo unos puntos que José María Morelos escribió en sus escritos "Sentimientos de la nación", esta vez, como verán, no pondré mi firma puesto que no son de mi autoría, espero que les gusten y me gustaría que colocaran sus comentarios. Gracias...




Punto 12º Que como la buena ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales, que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente el jornal del pobre, que mejore sus costumbres, alejando la ignorancia, la rapiña y el hurto.


Punto 15º Que la esclavitud se proscriba para siempre y lo mismo la distinción de castas, quedando todos iguales, y sólo distinguirá a un americano de otro el vicio y la virtud. (Este punto lo podemos encontrar en los billetes de 50 pesos)


Punto 20º Que las tropas extranjeras o de otro reino no pisen nuestro suelo, y si fuere en ayuda, no estarán donde la Suprema Junta.

Lágrimas


"Las lágrimas que un día derramé por ti, fueron suficientes para llenar el vacío que había en mí"


César Iván Hernández Vega
22/Noviembre/07
22:13 hrs.

¿Dónde está el amor?

Un día, una chica se acercó a mí y me preguntó "¿Dónde está el amor?" Yo le respondí, "Ahí tienes la respuesta".

22/Noviembre/07
22:07 hrs.

domingo, 9 de septiembre de 2007

La gran liberación

Y fue así, al fin logré asesinarte. No sé si ante la ley caiga culpable, o mi habilidad me declare inocente ante un juez; pero de lo que sí puedo estar seguro es que mi alma descansará.

Es que ya me había cansado de tu femenina presencia; pues siempre ante los demás, eras tú la mujer que sobresalía, mientras yo me quedaba de brazos cruzados viendo cómo todos apoyaban tus ideas.
¿Sabes qué era lo que me hacía enfurecer? Que tus ideas no eran tan buenas como las mías, más sin embargo la gente creía en ti. Yo tenía mucho que darles a las personas, pero eras tú quien opacaba mis ideas.

¡Qué lástima me das! Mírate ahora, sin vida, sin aliento; tus ojos son dos ventanas negras que se han quedado estáticas y sin reflejo. ¿Logras comprender la realidad? yo soy superior a ti, pues además de estar, yo, aún con vida, pude decidir sobre tu existencia. Jugué por un momento a ser Dios ¡y vaya que lo he logrado!

Te contaré mi querida víctima, cómo cometí mi magna obra.
Nos encontrábamos en la habitación -que tú ya conoces- y estábamos platicando sobre nuestras ideas y del modo de ver a la sociedad. Poco a poco comencé a enfurecerme, pues no podía comprender cómo tus ideas eran de la "A" a la "Z" idénticas a las mías. Mientras más exponías, más me enfurecía, pero la careta que todos los seres humanos usamos ante la gente, sonreía plenamente, como si disfrutara escuchar tus palabras. ¡Qué tonta fuiste al pensar que era feliz con tan sólo escuchar tu voz!

Escuchando y dándome cuenta de la semejanza entre tú yo, nació un amor, profundo como el mar, porque en realidad había encontrado a la mujer de mis sueños. Infiero que tú también te enamoraste por un momento de mí, pues puedo imaginar que te enloquecía con tan sólo asentir afirmativamente. Y fue que me dije a mí mismo: "¡Basta!" y no permití que un sentimiento primitivo, mundano y estúpido, mandara sobre mí; así es que decidí fingir por un momento para que me dieras tu confianza y tu ingenuidad de mujer.

Continuabas platicando y no dudé en robarte un beso, te estremeciste -lo sé- y me dijiste en un tono dulce e inocente: "¿Por qué hiciste eso?". "Es que yo... ¡Te amo!" -lo dije con voz dominante- y volví a besarte suavemente.

Parecías, mi querida víctima, una diosa del amor; pues tus besos eran dosis de éxtasis a mi cuerpo y cada vez comenzaba a sentir ese calor que no puede detenerse. Eras en ese momento una Medusa, pues tu lengua envenenaba mi alma con ese veneno que tú sólo tenías. Yo tan sólo era un Perseo.
¡Mejor analogía no pude haber hecho! Era un Perseo, pues esperaba el momento indicado para terminar con tu molesta existencia. Tan sólo faltaba un poco de confianza y voluntad para ser tu salvador.

No te asustes mi amor, en efecto, soy tu salvador. Tu salvador de esta vida llena de injusticias que tarde o temprano te atacarían. ¿Ves la verdad? Hombres injustos que me acusan en este momento ¿ven la verdad? No soy un criminal, soy un salvador enviado por los cielos para ayudar a una pobre alma a liberarse de las cadenas de la vida.

Pero quiero seguir relatándote cómo sucedió todo. Después de esos dulces y peligrosos besos comenzamos a despojarnos de nuestras pertenencias que a causa de Adán y Eva estamos condenados a portar siempre.
Te veías tan indefensa, tan vulnerable, tan misteriosa, tan peligrosa y excitante a la vez, que me sentía más atraído hacia ti.

Con mis manos comencé a recorrer tu piel. Veía cómo tus pupilas se dilataban dejando libres tus sentimientos que ya no podías detener más. Tus labios temblaban poco a poco y apenas si lograba escuchar una voz ahogada. Mientras recorría tu piel con mis manos, tus poros expresaban lo que tú nunca podrías hacer en un siglo; pues claramente podía escuchar tus latidos, que más que latidos parecían sonidos parecidos al de una fiesta mohicana. Podía escucharse claramente cómo viajaba tu roja sangre a través de tus venas; créeme que más fuerte se escuchaba con cada beso que te daba.

Ahora puedo confesarte, amor, que ni siquiera sentí una chispa de pasión dentro de mí, pues te puedo asegurar que mi corazón estaba frío, inmóvil y sórdido. Mi sangre no era nada más que agua y que mis besos eran simplemente un roce de nuestros labios.

Disculpa, mi vida, por ser tan frío e insensible, pero no me gusta mentir. Pero a pesar de mi frialdad, tengo que admitir que eres tú mi obra de arte, pues ni Miguel Ángel habría hecho tan perfecta escultura de una muerte trágica y amorosa.

¿Recuerdas cómo ocurrió el asesinato? o mejor dicho ¿recuerdas cómo fue tu liberación? ¿Por qué no contestas? ¿Acaso no lo recuerdas? Pues quieras o no te lo contaré. Después de aquél rito de amor, te tomé de los hombros y poco a poco fui recorriendo mis manos hasta llegar a tu cuello. Comencé a cantarte una canción muy hermosa y comenzaste a cerrar tus ojos suavemente -quiero pensar que los cerraste para disfrutar de la melodía- Comencé a ejercer presión sobre tu suave y blanco cuello. No hablaste, ni abriste los ojos y de un momento a otro tus ojos se abrieron rápidamente y fijaste tu mirada en la mía; tu mirada comenzó a cristalizarse y perdía ese color tan vivo que sólo tú tenías.

Conforme presionaba tu cuello, más elevaba mi canto, pues debo admitir que una palabra de clemencia por parte tuya hubiera arruinado mi magna obra.

Poco a poco fuiste perdiendo tu fuerza y comenzabas a desfallecer. Como último movimiento presioné fuertemente tu cuello y tan sólo diste un suspiro.
Es impresionante y conmovedor ver cómo en un segundo puedes librarte de una persona y librar al mismo tiempo a esa persona de la injusticia.

Ahora, mi querido amor, yaces sobre el sillón tan libre e insignificante que me daría gusto volverte a la vida, más sin embargo, jugué a ser Dios pero no lo soy. Por ahora no me queda más que decirte "Adiós".

Hasta pronto mi querida Víctima.
Yo esperaré el castigo de los Hombres, pero sé que yo mismo me liberaré de la injusticia, más tarde.

Hasta pronto...

César Iván Hernández Vega
15 - Agosto - 07
5:00 p.m.